La esterilización es un proceso esencial para el funcionamiento de un hospital, centro de investigación, industria de alimentos, farmacéutica y demás áreas en las que se requiera utilizar instrumentos quirúrgicos, implantes y otros dispositivos, absolutamente esterilizados, o con procesos de desactivación de microorganismos .
La desecación y la congelación eliminan muchas especies de bacterias, pero otras simplemente permanecen en estado vegetativo.
El calor seco o húmedo elimina todas las bacterias combinando adecuadamente factores como la temperatura a la que se someten y el tiempo de exposición. Se puede esterilizar por calor seco en estufas a más de 160 °C durante media hora, o por calor húmedo en autoclaves a 120 °C durante 20 minutos y a presión superior a la atmosférica.
La ebullición a 100 °C no elimina todos los gérmenes patógenos (entre los que no sólo están incluidas las bacterias sino también virus y levaduras).
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